Queridos radiosos y oyentes:
les reenvío la nota que escribí para los socios de SEA sobre EDUARDO KIMEL, fallecido la otra semana. Recordarán que en julio de 2008, cuando presenté precisamente la película 4 DE JULIO: LA MASACRE DE SAN PATRICIO, me emocioné al ver la imagen de tantos amigos, al verme yo mismo, y al recordar que mi propio primo hermano, el juez GUILLERMO RIVAROLA, le había abierto una causa a Kimel por injurias, citando el mismo texto que va en la necrológica. Es sólo un recuerdo, nada más. Les mando abrazos y besos y espero que estén bien acercándose al 2º aniversario. Con cariño. WENCES.
ADIÓS AGRADECIDO
a un socio luchador
EDUARDO KIMEL
Los que hemos estado en aquella asamblea fundacional en el Museo Roca lo recordamos todavía. Fue uno de los socios fundadores, el que levantó la mano para proponer a la primera Comisión Directiva que presidirían Víctor Redondo y Graciela Cabal, como quedaría consignado en el acta de ese día, 7 de abril de 2001. El pasado viernes 12 de febrero falleció en Buenos Aires Eduardo Gabriel Kimel, dejándonos el inmenso patrimonio de su lucha por la libertad de expresión. En 1989 Kimel había ganado el premio en el género “periodismo” del Primer Concurso Literario organizado por el Centro Cultural “Liber Arte” y Ediciones Dialéctica con el auspicio de “Casa de las Américas” de Cuba. Se trataba nada menos que de “LA MASACRE DE SAN PATRICIO”, investigación periodística sobre el asesinato de cinco religiosos palotinos, tres sacerdotes y dos seminaristas, ocurrido el 4 de julio de 1976. “Un trabajo dificultoso pero necesario para recuperar la memoria histórica de los mártires de la Iglesia y del Pueblo Argentino”, dirá Adolfo Pérez Esquivel prologando el libro. Un trabajo que, en pocos meses, se convirtió además en proceso paradigmático, ya que el libro denuncia que “el 7 de octubre de 1977, tres meses después de la solicitud del fiscal, el Juez Rivarola dispuso la aplicación del sobreseimiento, sin procesar a persona alguna.”(p.100). Fue precisamente el juez Guillermo Rivarola quien querelló a Kimel por calumnias e injurias. Un proceso largo con condenas y revocaciones que llegó a la Corte Suprema en 1998, la que rechazó al fin el recurso interpuesto por el periodista en 2000. Eduardo Kimel no se quedó quieto y recurrió a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que falló a su favor en 2008. Lo habíamos visto un poco antes, en julio de ese mismo año, en el estreno del estremecedor documental de Juan Pablo Young y Pablo Zubizarreta 4 de julio: la masacre de San Patricio. Entrevistado en los amplios pasillos del Palacio de Justicia, habló con aplomo del caso, todo un símbolo de resistencia por la justicia y la verdad. Para los socios de SEA el coraje de Kimel es un aliciente en nuestra lucha gremial por los derechos del escritor. No olvidaremos nunca a ese socio que levantó la mano en la primera asamblea y que hoy parece decirnos con el ejemplo de su vida: ¡Vamos! ¡Hay mucho por hacer todavía!
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